Limpieza del Ebro ¡YA!

Más de 1.000 personas y centenares de tractores se manifiestan en Quinto de Ebro y Luceni para reivindicar la limpieza del río.

FOTO MANIFESTACIÓN LUCENI
Los días 1 y 22 de febrero, y el 23 de marzo, más de un millar de personas, venidas de todas las localidades afectadas por las riadas del Ebro, se dieron cita en las localidades de Quinto de Ebro, Luceni y Villafranca de Ebro, en sendas manifestaciones en las que participaron todas las organizaciones agrarias, Cooperativas agroalimentarias de Aragón y comunidades de regantes, entre otras entidades, todas ellas implicadas.

En las concentraciones se hizo lectura del manifiesto en el que se destacó la delicada e insostenible situación que la ribera está sufriendo, una situación insoportable que condena el futuro y el presente de nuestros pueblos y que no podemos seguir permitiendo. Todos los allí congregados pedimos alto y claro, una vez más, que se lleve a cabo de manera urgente una intervención de limpieza en el Ebro y que los agricultores, ganaderos y comunidades de regantes de las poblaciones afectadas tengan representación en todas las comisiones que se formen en relación con el problema que plantean las riadas del Ebro.

Este es el Manifiesto:

CINCO RIADAS EN LOS ULTIMOS QUINCE AÑOS. UNA SITUACION INSOPORTABLE QUE CONDENA EL PRESENTE Y EL FUTURO DE LA VIDA DE NUESTROS PUEBLOS

Los vecinos de los pueblos ribereños, sean agricultores o no, hemos visto como en cinco ocasiones durante los últimos quince años, las riadas del Ebro han arrasado nuestros cultivos, anegado nuestras tierras, destrozado los sistemas de riego, e incluso en algunos casos se ha puesto en peligro la vida de sus gentes.

Tras cada riada, y mientras las mismas ocupan la primera plana de los periódicos, y abren los informativos de las cadenas de televisión, las promesas se multiplican para solventar la situación, pero una vez que el foco de la noticia se desplaza hacia otro lugar, dichas promesas se desvanecen, y queda la cruda realidad: no se adoptan medidas para prevenir las riadas del Ebro.

La gente de esta tierra somos gente abnegada y callada, pero ha llegado el momento de decir BASTA. La situación no puede continuar así; los pueblos ribereños no pueden continuar al albur del río, sin que por parte de las administraciones implicadas se adopten las medidas necesarias para terminar, o al menos paliar dicha situación.

Nos estamos jugando el futuro de los pueblos ribereños y de sus habitantes, en los cuales la agricultura y la ganadería son sus motores económicos. Sin ellas, no hay vida ni futuro para sus habitantes. Y si no se adoptan las medidas necesarias para evitar o paliar los efectos de las riadas del Ebro, nuestra agricultura y nuestra ganadería resultan inviables.
Se han sucedido las riadas durante los años 2003, 2007, 2013, 2015 y 2018, como se han sucedido las promesas, siempre incumplidas.

Y para eso estamos hoy aquí, para decir que estamos hartos y cansados de promesas, que exigimos que se apliquen YA las soluciones que la propia administración proponía en el año 2013, y que no son otras que:
-la limpieza de vegetación de sotos y espacios situados entre motas.
-limpieza de gravas que existen en el cauce a lo largo de toda la ribera, que han creado islas enormes donde crecen los matorrales, y hacen de tapón, impidiendo el paso del agua cuando hay riadas.
-que dicha limpieza no sea puntual, sino que se haga de forma sostenida en el tiempo.
-que el cauce del río permita la evacuación de un caudal de 3.000 m3 por segundo, sin que este cause daños a cascos urbanos y a ninguna huerta.

Para lo cual agricultores y ganaderos, así como las Comunidades de Regantes de cada una de las poblaciones afectadas, no pueden quedar al margen de las decisiones que se adopten. Deben tener representación en todas las comisiones que se formen en relación con el problema que plantean las riadas del Ebro. Por tanto, exigimos ser tenidos en cuenta, por cuanto somos los que padecen las consecuencias de las decisiones que se adoptan.

La situación no permite más demoras, están en juego el futuro de todos los pueblos ribereños y de sus gentes. Cada avenida pone en peligro nuestros cascos urbanos y pone en jaque a la agricultura y ganadería de nuestros pueblos, si queremos tener futuro tienen que actuar en el río.

 

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