Hermanos Sanz, de Lácteos Torre del Conde, un ejemplo de emprendimiento

En la sección Nuestros Jóvenes de la revista «Ventana al Campo» hemos publicado un artículo sobre los hermanos Sanz y sus Lácteos Torre del Conde, un ejemplo de emprendimiento, trabajo duro, constancia y juventud. Hoy compartimos este reportaje en la web de UPA Aragón y queremos desde estas líneas mostrarles todo nuestro apoyo y darles la enhorabuena por este gran paso que están dando juntos.

FullSizeRender

Hermanos Sanz, de Lácteos Torre del Conde, un ejemplo de emprendimiento

image_6483441                                                                            

FICHA TÉCNICA

Nombres: Juan y Javier Sanz

Formación: Ingeniería Técnica Agrícola

Edad: 29 y 32 años  

Lugar de procedencia: Zaragoza capital  

Empresa: Lácteos Torre del Conde    

Localidad del negocio: Muel (Zaragoza)

Juan y Javier Sanz son dos hermanos de Zaragoza que han puesto en marcha en la localidad de Muel su empresa, Lácteos Torre del Conde. Ambos decidieron un día recuperar el legado familiar, ya que su abuelo había sido ganadero toda la vida. Tanto Juan como Javier vieron en la leche ecológica una buena oportunidad de negocio “en Aragón se consume leche ecológica, pero traída de ganaderías de otros puntos de España”. La idea ya estaba pero los dos hermanos se enfrentaban a otro problema mayor. “El problema al que nos enfrentamos es que no quedaba nada de la explotación de nuestro abuelo y tampoco podíamos hacer frente a una inversión tan fuerte como la que supone empezar de cero en este sector” explica Juan. Además de la inversión en las instalaciones de la ganadería, especialmente la de vacuno, la compra de animales es una de las partes más costosas. Cada vaca suele costar entre 1.500 y 2.000 euros en el merado convencional, precio que varía si el animal es en ecológico.

Teniendo en cuenta estos factores y después de mucho pensarlo, Javier y Juan optaron por tener en su explotación “vacas por leasing”. No es la primera experiencia en España pero sí en Aragón. “Nos pareció la mejor fórmula para arrancar, tener una producción de leche desde el minuto uno y de poner asumir los pagos” dice Juan.

El proceso de “alquiler” de los animales lo llevan a cabo a través de la empresa catalana Cipsa Pecuaria, que lleva cuatro años dedicada al leasing o arrendamiento de vacas traídas principalmente de Austria, Países Bajos o Alemania.

El leasing de cada vaca supone unos 50 euros al mes para el ganadero y la seguridad de que el animal produce leche desde el momento que llega a la ganadería. Lácteos Torre del Conde tiene, a día de hoy, 16 vacas de la raza Fleckvieh arrendadas “aunque nuestra intención es llegar a tener 60 ejemplares” nos cuenta Juan. Cuatro de ellas han parido y otras tantas están a punto de hacerlo, con lo que la ganadería va aumentando su volumen.

Uno de sus objetivos, además de la comercialización de leche de vaca ecológica, es sacar a la venta su propia línea de postres y yogures. Los hermanos reconocen que la comercialización es la parte “más compleja y arriesgada”, pero son positivos “afortunadamente cada vez a más consumidores de productos ecológicos en Aragón. Ya se han puesto en contacto con nosotros varios establecimientos en Zaragoza que trabajan sólo con productos de estas características y eso nos anima” explican “aunque lo más importante es que el consumidor se acerque al lineal, compre nuestro producto y repita” añade Juan.

IMG_0535

Juan junto a una de las vacas en su explotación en Muel.

Una ganadería robotizada

Además de innovación en el sistema de obtención de los animales, estos dos hermanos de Zaragoza que han implantado su negocio en la localidad de Muel, han querido dar un paso más allá en la modernización y adaptación de sus instalaciones a los nuevos tiempos, comprando un robot que se encarga de ordeñar a las vacas. “Es algo que tuvimos claro desde el principio y apostamos por ello” explica Juan.

El lugar de tener la tradicional sala de ordeño, Lácteos Torre del Conde ha instalado un robot que trabaja totalmente automatizado. “Cuando el animal siente presión en las ubres se acerca al robot, que a su vez le dispensa pienso, lo que ayuda a que la vaca se mantenga en el lugar correcto” dice Juan. Le preguntamos se ha habido que enseñarlas en este proceso y Juan nos dice que “muy poco, son animales muy inteligentes” apunta.

Este sistema tan moderno implica una fuerte inversión para los dos hermanos, pero a su vez cuenta con una serie de ventajas, en tiempo y mano de obra, que para ellos han tenido más peso que el desembolso económico. “Si hubiéramos optado por el método convencional de ordeño tendríamos que venir por la mañana y por la tarde. De esta manera las vacas van solas y la máquina lo controla todo”. Y es que este robot eléctrico. Mide los pasos que dan las vacas, les limpia las ubres tras la extracción de la leche y les pone las pezoneras, y lo más importante, analiza la calidad de la leche extraída. “En base a unos parámetros de calidad, el robot va a analizando la leche extraída, si no cumple con los cánones establecidos para el consumo humano, la leche es descartada” explica Juan. Esta leche desechada va a un tanque distinto y se reutiliza, por ejemplo, como alimento para los terneros.

IMG_1721

La explotación está robotizada, una fuerte inversión que ha supuesto también un avance en la manera de gestionar el trabajo diario
 

En un futuro muy próximo…

Lácteos Torre del Conde tiene previsto empezar a comercializar sus productos en mayo. “Empezaremos con queso fresco, yogures y leche fresca” dice Juan. La parte industrial está ya montada y en este momento se encuentran en periodo de pruebas.

Hace tres años que estos dos hermanos empezaron a trabajar en este proyecto que ahora ya es una realidad. Además del autoempleo, con Lácteos Torre del Conde Jun y Javier están cumpliendo un sueño, el de poner en marcha su propia empresa, imprimiendo a sus productos una serie de valores en los que ellos creen firmemente como son; el esfuerzo, el tesón o la dedicación.

A lo largo de este camino han encontrado personas y organismos que han creído en su proyecto y les han ayudado “el equipo de UPA en Aragón ha sido uno de ellos” apunta Juan, pero también las personas de su entorno, a las que Juan y Javier se sientes profundamente agradecidos por acompañarles en este proceso. Pero también se han topado con problemas y limitaciones, y lo siguen haciendo. “La legislación española es mucho más restrictiva que la de otros países, como por ejemplo Francia”. Francia tienen una legislación menos exigente para los pequeños productores “Les permiten tener un pequeño obrador e incluso vender sus productos in situ, eso en España ahora es impensable. Los parámetros sanitarios son abusivos y la consecuencia es que nos hacer ser menos competitivos” explica Juan. Esta realidad se traduce en pérdidas económicas, ya que en España la ley exige exactamente lo mismo al pequeño productor que a una empresa multinacional. “Parece ser que está previsto que la norma cambie a nuestro favor, esperamos que así sea, para poder ser más competitivos en el mercado” confiesa Juan.

IMG_1173

 Javier Sanz en la explotación con los animales.

También te podría gustar...