UPA investiga nuevas variedades de semillas para adaptar los cultivos al cambio climático
Se estima que en veinticinco años la pluviometría en Aragón podría disminuir en torno a un catorce por ciento, además de un aumento de la temperatura de dos grados centígrados, lo que supondría una reducción del veinte por ciento en la producción en secano.

Ante la evidencia de que el clima está cambiando, UPA ha puesto en marcha campos de ensayo, en colaboración con el Ministerio de Agricultura y varias empresas de semillas, con los que se pretende investigar nuevas variedades de semillas que puedan adaptarse mejor al cambio climático.
Los primeros resultados del ensayo, a esperas del rendimiento definitivo cuando se produzca la cosecha, han dejado observar cómo se han comportado algunas variedades al ataque de plagas, ya sean insectos o enfermedades, y a la deficiencia de agua.
Así pues, lo que UPA busca con este proyecto, que tendrá continuidad en el tiempo, es poner al alcance del agricultor las herramientas y conocimientos necesarios para mitigar los efectos que produce el cambio climático en los cultivos, pues “la temperatura no es homogénea, los periodos no son continuos como hace treinta años y llueve de forma dispersa”, ha aclarado el secretario general de UPA Aragón, José Manuel Roche.
Durante la jornada, que se ha realizado en Alerre (Huesca), ha intervenido el responsable técnico de UPA Federal, David Erice, el Investigador en EEAD-CSIC, Santiago Beguería y el subdirector general de Medios de Producción Agrícolas y Oficina Española de Variedades Vegetales, José Antonio Sobrino Mate.