UPA Aragón se manifiesta en Madrid por unos precios justos del aceite de oliva y por un olivar vivo
Se estima que unas 15.000 familias administran las 45.000 hectáreas de olivo en Aragón destinadas a la producción del aceite de oliva

Una marcha multitudinaria, con más de 50.000 olivareros de toda España, de los cuales medio millar aragoneses, ha recorrido esta mañana una de las vías principales de la capital partiendo desde la Puerta de Alcalá y dirigiéndose a la Glorieta de Atocha, donde se ubica la sede del Ministerio de Agricultura, para reclamar ‘precios justos por un olivar vivo’, según reza el lema de la manifestación que organiza UPA junto a varias organizaciones agrarias.
Aragón cuenta con 45.000 hectáreas de olivo, y una producción de aceite de oliva de 17.500 toneladas, de las cuales, 15.000 van destinadas para aceite de oliva virgen extra. Por tanto, se puede estimar que 15.000 familias regentan la totalidad de las hectáreas aragonesas destinadas a la elaboración de aceite de oliva.
Tras varios años con un precio en descenso del litro de aceite de oliva se ha llegado a unas cifras ridículas con las que ni siquiera se cubre el coste de producción, pues mientras este es de 2.75 euros, la botella que encontramos en el supermercado no llega a los dos euros. Unas prácticas abusivas que culminan en la venta a pérdidas.
Con esta situación de bajos precios se estima que en Aragón se podrían perder en esta campaña quince millones de euros.
Asimismo, en la comparativa de la producción del año anterior con la obtenida actualmente se observa un descenso del 30 por ciento, además de la bajada de más de un euro en el litro de aceite de oliva.
“Hay que poner en valor el olivar”, manifiesta el secretario general de UPA Aragón, José Manuel Roche, pues “debemos defender el patrimonio que tenemos”.
Tanto desde el gobierno de España como desde el europeo, se “tiene que actuar de manera contundente”, pues a la problemática de la precariedad de los precios hay que sumarle el reciente anuncio del presidente de EE. UU. de incrementar en un 25 por ciento los aranceles, algo que, lamentablemente, perjudicaría todavía más al sector olivarero.
Además, el aceite se suma a la lista de bienes que se utilizan como producto reclamo en los supermercados, con el fin de atraer mayor cantidad de personas a sus establecimientos. No obstante, tal práctica repercute en el producto, pues además de sacrificar su imagen, se paga unos precios por debajo del coste de producción, como ocurre actualmente.
Desde UPA proponen varios puntos a seguir para evitar la venta a pérdidas, que actualmente se da en el sector olivarero. Uno de ellos: El almacenamiento privado, algo que ya se hizo en 2012, y por el que la Unión Europea concede ayudas con el fin de estabilizar los mercados.
La lista de los diez puntos a seguir para garantizar unos precios justos son las siguientes:
1. Exigimos precios justos para un olivar vivo.
2. Revisión completa del sistema de almacenamiento privado, con actualización inmediata de los precios de desencadenamiento que tengan en cuenta los costes de producción.
3. Establecimiento de normas de autorregulación del mercado con carácter obligatorio para todo el sector.
4. La PAC debe asegurar el mantenimiento del olivar y el relevo generacional.
5. Medidas de apoyo para los olivares con mayores dificultades, cuyo papel socioeconómico, ambiental y paisajístico es fundamental para el mantenimiento de nuestros pueblos.
6. Las políticas de lucha contra el despoblamiento deben tener en cuenta la capacidad del olivar rentable para fijar población.
7. Perseguir las actuaciones que provocan una banalización del aceite de oliva y su utilización como producto reclamo. Promover un mejor conocimiento de las calidades del aceite de oliva por parte del consumidor.
8. Legislar de manera clara y contundente para acabar con la venta a pérdidas. Perseguir actuaciones que vulneren las normas de competencia y mejorar la transparencia en la formación de precios del aceite.
9. Apoyar la concentración y el asociacionismo para mejorar el valor añadido obtenido por los productores.
10. Asegurar por parte de las administraciones la trazabilidad y la calidad del producto ofrecida por los productores y preservar el prestigio del aceite de oliva español reconocido sobradamente por su alta calidad a nivel mundial.